Intentan que un bebé respire, lo consiguen. Una clínica de Duma está desbordada, casi todos son niños. Varias ONG médicas que trabajan en Siria aseguran que son víctimas de al menos un ataque con armas químicas del Ejército sirio.

Los Cascos Blancos aseguran que hay decenas de personas que murieron en sus casas. En un vídeo se ve a varias de las víctimas con síntomas que cuadran con la intoxicación por cloro y agentes nerviosos.

De momento, el Observatorio sirio de Derechos Humanos no confirma que sea un ataque químico y Rusia niega que haya existido. El régimen de Assad asegura que las imágenes son un montaje e invitan a negociar a los rebeldes de Jaish Al Islam, el grupo islamista que controla Duma.

Esa ciudad del este de Guta es la única que queda en manos de la oposición. Las tropas sirias mantienen fuerte ofensiva por tierra y por aire para expulsarles de allí.

Esta zona de las afueras de Damasco fue la primera en sufrir un ataque con armas químicas. Fue en 2013. Por entonces gobernaba Obama a quien los muchos pidieron actuar contra Assad recordándole que él mismo había dicho que el uso de armas prohibidas sería una línea roja.

De conformarse, el ataque se habría producido justo un año después de este otro en la provincia de Idlib. Murieron más de 80 personas. Para Trump, significaba cruzar muchas líneas rojas y respondió atacando una base aérea del régimen sirio.