Cientos de personas se manifestaban pacíficamente por los dos afroamericanos asesinados por policías en menos de 48 horas cuando el sonido de los disparos ha provocado una caótica estampida.

Dos francotiradores han emboscado a los agentes, que se protegían con escudos y detrás de los coches patrulla mientras los manifestantes huían despavoridos. "Cuando empezó la ráfaga de disparos, empezamos a correr y mi hermana recibió un balazo", explica una testigo.

En pocos minutos el centro de Dallas es evacuado y detienen a los primeros sospechosos. Ya con las calles desiertas, los agentes se han convertido en blanco fácil. Los asesinos han matado a cinco policías, algunos a quemarropa.

La tensión ha continuado toda la noche porque uno de los sospechosos se ha atrincherado en un garaje. "El sospechoso con el que hemos estado negociando nos ha disparado durante 45 minutos. Ha contado a los negociadores que el fin va a llegar, que va a herir y a matar a más de nosotros y que hay bombas por todas partes en el garaje y en la ciudad", explicaba la policía.

Las autoridades han registradoo cada rincón, pero no han encontrado ningún explosivo hasta que seis horas después del encierro, se ha suicidado.

Ahora el FBI investiga los hechos, de los que todavía se desconoce la identidad de sus autores y las motivaciones de la masacre. En total hay 5 policías asesinados, algunos a quemarropa.