Entre dos coches cayó la diputada laborista británica Jo Cox. Varios disparos y puñaladas han hecho imposible salvar su vida. Fue trasladada de urgencia en helicóptero al hospital de Leeds, pero no se pudo hacer nada por ella. Hay un hombre de 77 años herido, y el sospechoso, ya detenido, sería un hombre de 52 años.

La policía mantiene la investigación abierta. Habla de un incidente aislado y no aclara los motivos. La diputada se disponía a encarar un acto más, con votantes dispuestos a escucharla. Iba a explicar sus argumentos en la biblioteca. Narra un testigo que dos hombres forcejean, el sospechoso con gorra blanca consigue zafarse, saca una pistola y ejecuta los disparos y las puñaladas sobre la diputada.

La policía investiga si, como dicen testigos, el atacante proclamó: "¡Gran Bretaña primero!", que coincide con el nombre de un partido político de corte ultraderecha completamente opuesto a las políticas que defendía Cox. El partido se ha apresurado a desvincularse del ataque. Cox era copresidenta del grupo parlamentario 'Amigos de Siria'.

Fue elegida por primera vez en las últimas elecciones celebradas en mayo de 2015. Tenía 41 años, defensora de los derechos humanos y madre de dos hijos. Activista, colaboró una década para Oxfam para luchar luchar contra la pobreza.

A tan solo siete dias del referéndum ha congelado la campaña. Ella siempre luchó con las acciones y las palabras. Su asesinato deja dos huérfanos, un viudo y un escaño vacío.