Fue a finales de agosto de 1939. Las tropa alemanas se preparaban para invadir Polonia y ella lo descubrió por casualidad. Compraba comida en la frontera cuando vio una enorme lona. El viento la levantó y violá, allí estaba el ejército de Hitler, agazapado. Su noticia salió en portada del Daily Telegraph.

Sólo llevaba una semana como periodista y ya había dado la exclusiva del siglo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Fue el inicio de una carrera intensa. Aprendió a volar, a saltar en paracaídas y acostumbraba a desayunar cerveza en el frente.

En Varsovia ayudó a miles de personas a escapar del nazismo y estuvo a punto de morir en el atentado israelí al Hotel Rey David de Jerusalén. Cubrió casi todas las guerras del siglo XX, Vietnam, Argelia, Oriente Medio...

En 1963 dio otra gran exclusiva anunciando la huida a la URSS de Kim Philby, un agente doble británico. Se acabó jubilando en 1981, pero siguió alerta.

Fue testigo de la matanza de Tiannamen y con 79 años, en el inicio de la guerra del golfo, se pasó 5 noches durmiendo en el suelo de su apartamento como aclimatamiento, por si le llamaban para volver.

Ha muerto a los 105 años en Hong Kong, donde hace poco celebró su cumpleaños brindando con champán. Estaba ciega, pero oía lo suficiente como para escuchar esa llamada que, si fuera por ella, habría atendido encantada.