Nada de diplomacia fuera de la embajada, donde las fuerzas israelíes han ido con todo contra las decenas de miles de personas movilizadas por todos los territorios palestinos, en protesta por una inauguración como 'regalo' de Trump a Israel en su 70 aniversario como Estado.

Frente a las hondas y piedras palestinas había drones, gases lacrimógenos y muchos disparos israelíes. Sobre todo contra quienes se acercaban al paso fronterizo de Qalandia, próximo a la sede estadounidense.

Se produjo sin contemplaciones. Entre las docenas de tiroteados hay al menos ocho niños, el menor de ellos de sólo 12 años. También un médico o un hombre en silla de ruedas. Los heridos se cuentan por miles.

Además, el Ejército de Israel ha bombardeado hasta cinco puntos de Palestina que son supuestos enclaves de Hamás, a quien culpa de agitar los atercados.

Ha sido la jornada más cruenta para los palestinos desde la guerra de 2014. La comunidad internacional le afea a Netanyahu, preocupada, tanta violencia, que amenaza con incendiar aún más Oriente Medio.

Porque mientras en Gaza empiezan a enterrar a sus muertos, se anuncian nuevas movilizaciones masivas tras este día negro.