Al menos 19 personas han muerto y otras 343 han resultado heridas a consecuencia de un terremoto registrado en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, según ha informado la agencia de noticias oficial Xinhua.

El seísmo ha tenido una magnitud de 7 en la escala de Richter, según la Agencia de Terremotos de China, si bien el Servicio Geológico de Estados Unidos la rebaja a 6,5. El organismo chino ha activado el nivel de emergencia 1 tras el movimiento telúrico, que ha tenido su epicentro en el condado de Jiuzhaigou, una zona montañosa con mayoría de población tibetana y próxima a una reserva natural.

El seísmo se ha producido en un área poblada a unos 200 kilómetros de la ciudad de Guangyuan y su hipocentro se encuentra a 10 kilómetros de la superficie terrestre, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El Gobierno de Sichuan ha señalado que un centenar de turistas han quedado atrapados en la zona debido a un corrimiento de tierra provocado por el terremoto. Al menos seis de ellos se encuentran entre los fallecidos.

Cerca de 31.500 turistas han sido evacuados de la zona afectada por el seísmo, según han indicado las autoridades chinas, que han enviado al lugar de los hechos varios equipos de especialistas para realizar labores de emergencia. El sistema chino contempla cuatro niveles de respuesta en emergencias por terremotos, siendo el número uno el más grave.

Por otra parte, el Cuerpo de Bomberos de Sichuan ha alertado de que un grupo de personas ha quedado atrapado en el interior de un hotel de la región, del que han sido evacuadas con éxito otras 2.800 personas.

La Cruz Roja china ha puesto en marcha su procedimiento de respuesta en emergencia, con el envío de 1.000 kits de ayuda, 2.000 mantas y 200 tiendas de campaña, además de trasladar a varios equipos para comprobar los daños y ayudar a las víctimas.

Las autoridades chinas han informado de que este miércoles a primera hora se ha registrado un segundo seísmo de magnitud 6,6 en la región de Xinjian, en el noreste del país, a unos 2.000 kilómetros del lugar en el que se ha producido el primer seísmo.