Los fallecidos estaban
en el momento del temblor, producido alrededor de la 01:30 hora local (22.30
GMT), en un bar cuyo techo se vino abajo. El seísmo causó daños en muchos
hogares, e hizo cundir el pánico entre muchos habitantes, que desalojaron sus
casas por miedo a réplicas.
Un tercio del territorio
insular se quedó sin electricidad tras el temblor que se sintió también en la
isla de Rodas y cuyo epicentro se situó apenas a 10 kilómetros de profundidad
entre las propias Rodas y Kos, según el Instituto Geodinámico de Atenas.
Según el primer balance
de daños, en la capital, Kos, se ha derrumbado la iglesia de San Nicolás y
parte de la mezquita en la Plaza de la Libertad y ha sufrido graves daños la
iglesia de Aía Paraskevi.
A la isla se han
desplazado varios ministros, entre ellos el de Marina Mercante, Nektarios
Santorini, quien señaló que el aeropuerto de Kos funciona con normalidad pero
el puerto ha sufrido muchos daños, lo que obligó a dos grandes ferris a atracar
en dos islas cercanas. En declaraciones a la televisión pública ERT, Santorini
lanzó esta mañana un mensaje tranquilizador y afirmó que ya no hay peligro y
que los ciudadanos no tengan pánico.
El terremoto tuvo lugar
justo en el inicio de la temporada turística. Según señalaron periodistas
locales a la televisión pública, el ambiente entre los turistas es de relativa
tranquilidad. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés)
este terremoto alcanzó una magnitud de 6,7 grados.
Poco después se produjo
una réplica de 5,1 grados a unos 26 kilómetros al norte de la isla de Leros en
la misma profundidad focal, al que siguieron tres más de 4,6, 4,5 y 4,7 no muy
lejos del primer temblor. El seísmo también se sintió en la provincia turca de
Mugla en la costa egea de Turquía, aunque no ha causado por el momento mayores
destrozos, apenas fracturas en algunos edificios.