Al menos 36 personas han muerto en los incendios que afectan desde el domingo al centro y norte de Portugal, según el último recuento actualizado y aún provisional de la tragedia.

La cifra, confirmada a medios locales por alcaldes de aldeas afectadas por el fuego y por fuentes de Protección Civil, aumenta en cuatro víctimas mortales los datos oficiales ofrecidos esta mañana. La portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil, Patrícia Gaspar, informó en rueda de prensa de que el fuego ha provocado además 51 heridos, quince de ellos graves.

Asimismo, admitió que las cifras no son definitivas porque no se dispone aún de toda la información ya que hay lugares a los que todavía no tienen acceso.

Las víctimas mortales fueron halladas en los distritos de Coimbra, Guarda, Castelo Branco y Viseu, todos en el centro del país, donde se concentraron, junto con el norte, la mayoría de los más de 500 fuegos desatados este domingo. Según Gaspar, el número de incendios que continúan activos, asciende a 145 en todo el país.

Más de 4.127 bomberos combaten las llamas apoyados por 1.289 vehículos terrestres y más de 200 militares, que se esfuerzan en proteger varias aldeas aún en riesgo.

Esta nueva oleada de incendios llega tan solo cuatro meses después de la tragedia que afectó al término municipal de Pedrógão Grande (en el centro del país), donde el fuego provocó la muerte de 64 personas y más de 250 resultaron heridas.