El periodista Ángel Gahona estaba transmitiendo en directo las protestas en Nicaragua, cuando cae abatido de un tiro en la cabeza. Trabajaba para un medio local de la ciudad de Bluefields y aún se desconoce quién le mató. Con él se encontraban otros periodistas que fueron testigos de su asesinato y defienden que sólo pudo ser la Policía, porque eran los únicos que estaban armados.

Ya hay menos 25 muertos, la mayoría por la represión de las protestas. Hay más de 60 heridos por fuego policial, ya sea real o pelotas de goma, y 43 personas están desaparecidas. Es el saldo provisional de cuatro días de manifestaciones contra la reforma de la Seguridad Social.

Daniel Ortega, el presidente nicraguense, justifica la represión alegando que los jóvenes que participan están manipulados por grupos criminales y ofrece diálogo: "Para ir a la mesa del diálogo y que ahí vean qué reformas, qué ajustes habría que hacerle a este decreto". Pero matiza: sólo hablará con los empresarios y no con el resto de sectores sociales opuestos a una norma que, si llega a entrar en vigor, aumentará los impuestos y rebajará las pensiones.