Maduro retrasa por sorpresa, hasta mañana viernes, la formación de la nueva Asamblea Constituyente.

También ha mandado a agentes de la Guardia Nacional Bolivariana a tomar uno de los salones del Parlamento para que se instalen allí los diputados constituyentes.

Además, ha rechazado las acusaciones de fraude electoral realizadas por la empresa encargada de la gestión tecnológica de los comicios. "El estúpido este presidente de Smartmatic, presionado hasta el cuello, por los gringos y los británicos, dice que fueron 7.500.000", ha señalado Maduro.

La oposición ha pedido una auditoría y la fiscal general Luisa Ortega ha insistido en abrir una investigación por crímenes de lesa humanidad.

Venezuela aguarda así, entre protestas, las horas previas a la formación de la nueva Constituyente, lo que podría hacer estallar de nuevo la violencia en las calles.