Una mujer de Oklahoma, en Estados Unidos, ha admitido haber matado a su hija, porque pensó que "estaba poseída por el diablo". La Policía ha confirmado al medio estadounidense 'Koco', que la joven de 33 años, llamada Geneva Gómez, fue encontrada muerta con un gran crucifijo clavado en su pecho.

Según dicho medio, los archivos judiciales explican que la madre de Geneva, Juanita Gómez, argumentó que estaba tratando de "eliminar a Satanás del cuerpo de su hija". Juanita explicó a los investigadores del caso que "el demonio había poseído a Geneva". Por ello, decidió clavarle un crucifijo en la garganta. Después de matarla, la acusada colocó el cuerpo de la fallecida en forma de cruz.

Fue el exnovio de Geneva, Francisco Merlos, quien encontró el cadáver de la joven, y también el que llamó a emergencias. Según fuentes policiales, Juanita Gómez se enfrenta a ser condenada por asesinato en primer grado.