El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, ha anunciado una investigación en los reformatorios del norte del país, donde vive una amplia población aborigen, tras la difusión de vídeos y fotografías de casos de tortura a jóvenes detenidos en Darwin.

Un adolescente con el cuello atado al respaldo de una silla y la cabeza cubierta por una capucha y el uso de gas lacrimógeno en las celdas de menores son algunos de los abusos que los guardias del centro 'Don Dale' cometían con los internos, según el material publicado.

Las imágenes fueron emitidas en el programa "Four Corners" de la televisión estatal ABC, y en ellas se muestran las torturas grabadas por las cámaras de seguridad del recinto y otros dispositivos electrónicos que llevaban los propios guardas de seguridad.

Una de las primeras reacciones del Gobierno ha sido la destitución del ministro de Servicios Penitenciarios del Territorio Norte, John Elferink. Líderes políticos y sociales, Organizaciones No Gubernamentales y usuarios de las redes sociales han condenado las torturas, el maltrato y los abusos verbales que se producían en los reformatorios.

Dylan Voller, un aborigen que ahora tiene 17 años de edad, es una de las víctimas de 'Don Dale'. En las imágenes, Voller aparece con la cabeza cubierta por una capucha que le dificulta la respiración y atado con grilletes a una silla. "Relájate, no te queremos mantener así", le dice uno de los guardas.

Otra grabación, de 2014, muestra a los cuidadores cuando rocían con gases lacrimógenos una celda donde se encuentra media docena de jóvenes y, entre risas, arremeten contra ellos sin ningún intento de negociar o tranquilizar a los menores.

Los aborígenes entre 10 y 17 años de edad representan el 59 % de la población carcelaria en Australia, un país de 23 millones de habitantes, de los cuales unos 450.000 son aborígenes, según datos de Amnistía Internacional.