No fue un suicidio. Lo asesinaron con un arma de fuego. Tres años después y tras muchas sombras, misterios e hipótesis sobre lo que pudo ocurrir, la Cámara Federal de Argentina, el más alto tribunal del país, ha confirmado que la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman fue un homicidio.

A Nisman lo encontraron muerto en su casa con un disparo en la sien el 18 de enero de 2015, horas antes de comparecer en el Congreso para explicar su acusación contra la entonces presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.

La había denunciado por encubrir a terroristas iraníes responsables del atentado contra la sede de la mutualista judía AMIA en 1994. La expresidenta aseguraba que esa denuncia no tenia ningún fundamento. Murieron 85 personas y 300 resultaron heridas. Nisman era el fiscal encargado de la investigación.

La presidenta siempre negó la relación entre su Gobierno y altos cargos de Irán y, también la relación entre la muerte de Nisman y la denuncia que puso el fiscal en su contra.

Ahora, la Justicia acredita que sí: la investigación de Nisman estuvo vinculada con su asesinato. Un golpe para la exmandataria, que no fue imputada por la muerte del fiscal. La investigación, avisan, continúa y el fallo de la Cámara Federal deja abierta todas las puertas.