Las mujeres de Arabia Saudí viven en una sociedad donde impera la visión de los hombres, un país donde las mujeres no pueden salir a la calle ni comprar sin la autorización de un varón. Tampoco pueden abrir una cuenta en un banco, conducir o estudiar sin su aprobación.

Aún así, la ONU ha incorporado a este país a una comisión que promueve la igualdad de género. Esta decisión ha provocado la reacción del director ejecutivo de United Nations Watch, la organización que supervisa las acciones de Naciones Unidas, que la compara con "un pirómano vigilando un fuego".

Desde Amnistía Internacional, ven con recelo esta adhesión, según explica la miembro de la organización Ana Martín, quien espera que "Arabia Saudí realmente haga un aperturismo y que cumplan con los derechos hacia las mujeres y las niñas para que se acabe esta discriminación".

En esa comisión, los 45 países integrantes trabajan por el empoderamiento de la mujer. "El hecho de ser miembro de la ONU implica que eres signatario de todos los convenios y resoluciones que se aplican a igualdad. A partir del año que viene coincidirán en ese equipo de 45 países Irán y Arabia Saudí, los dos campeones del mundo en violación de derechos humanos y discriminación de la mujer", afirma Beatriz Becerra, vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos en el Parlamento Europeo.

Arabia Saudí ocupa los últimos puestos del ránking global sobre disparidad de género, más concretamente el 141 de 144. Algunos investigadores creen que para lograr la igualdad el principal escollo serán los sectores religiosos y más conservadores de la sociedad.

Y aunque con voluntad de cambio en el país, la igualdad de género aún no es un tema prioritario, según afirman los expertos.