La nieve congela, literalmente, el tráfico en París convirtiendo la N-118 en su carretera ratonera. Más de 2.000 conductores quedaban atrapados, mejoraba la situación con el paso de las horas, pero ha tenido que pasar mucho tiempo hasta que la mayoría de los afectados han sido evacuados.

Se congestionaban las carreteras francesas por el temporal alcanzando un pico histórico de 730 kilómetros de atascos. Muchos problemas en París capital; a los de tráfico se suman cancelaciones y retrasos tanto de vuelos como de trenes.

La Torre Eiffel cerraba a visitantes, aunque siempre dispuesta a la foto de boda, más que nunca, para valientes. En la capital francesa se improvisaban medios de transporte, algunos con acierto, otros no tanto...

El intenso frío deja incluso su marca donde más duele, en el refugio de quienes no tienen hogar para luchar contra él.