El sonido ha cambiado, por fin suenan las sirenas de alivio de las primeras ambulancias que trasladan heridos. En ellas viajaban alrededor de una treintena, incluido varios niños y detrás de éstas, los 20 primeros autobuses.

Casi 1.000 personas, 300 de ellas menores, han sido evacuadas. Parte de ese primer convoy ya habría llegado a la tierra deseada de Idlib, controlada por los rebeldes, a 50 km de Alepo. Otro segundo convoy ya ha sido puesto en marcha con 15 autobuses.

En el este de Alepo, entre la destrucción, ondea en lo alto la bandera siria para que no haya dudas de quien gana la gran batalla. A pesar del alto el fuego vigente sobre el papel, una persona ha muerto y tres han resultado heridas por disparos de francotiradores desde la zona controlada por el Gobierno contra un convoy. Una agencia turca afirma que los cuatro estarían muertos.

Es un alto el fuego estilo Al Assad que se ha apresurado a dar algo más que la enhorabuena y habla de día para la historia escrita por todos los sirios: "Esto merece más que la palabra enhorabuena. Confirmo que lo ocurrido hoy es historia. Una historia escrita por todos los ciudadanos sirios".

Se anota la batalla que tanto ansiaba, pero sobre el terreno, la sensación es que esto es sólo un inicio. "Se ha puesto final a la gran batalla, a la terrible batalla que ha durado tanto tiempo, pero esto es únicamente un inicio", asegura Tomás Alcoverro, periodista de La Vanguardia.

La realidad dentro de la zona asediada es tan cruda como dura de entender. 'Save The Children' tiene constancia de que ayer hubo decenas de niños heridos, menores como los 47 de un orfanato que, formando un coro y con una única voz, denuncian que la guerra les ha robado a lo que más querían. "Perdí a mi madre y a mi padre hace dos años en los bombardeos", asegura una niña.

Unos niños que además pedían poder dejar atrás la zona asediada para vivir. "Todos esperamos poder salir de Alepo para comer y beber", añade otra niña.

Su alcalde en Bruselas hablaba desde la crudeza: "Los 50.000 civiles en el este de Alepo están esperando su muerte". El plan es, después de los heridos y los civiles, unos 9.000, trasladar a los combatientes, alrededor de 4.000, según las cifras de la televisión siria. La evacuación, por fin, está en marcha.