La rabia ha inundado las calles de Río tras saber de la
barbarie, que un grupo de hombres perpetraron contra una adolescente, que grabaron
y de la que encima presumieron en las redes sociales.
Ella misma ha contado que fue a una fiesta en una de las
favelas de Río y cuando se quiso dar cuenta, ya al día siguiente, tenía a 33
tipos encima. Entre ellos, su novio, con el que había quedado. La habían
drogado y se despertó ensangrentada.
"Los identificaremos y arrestaremos a todos, también a
quienes publicaron o compartieron los vídeos y fotos", asegura José Mariano
Beltrame, Secretario estatal de Seguridad.
Un crimen bárbaro, espejo de una sociedad que aún ve a la
mujer como un objeto, dicen los sociólogos. "Es una práctica relativamente
frecuente, la violación en masa se utiliza como castigo", explica Arlanza
Revelo, Coordinadora del Grupo de Defensa de las Mujeres.
Esta brutal agresión es sólo una de las 15 que se denuncian
cada día sólo en la capital brasileña. "La cultura de la violación es un horror
generalizado. Pasa todos los días", cuentan algunas mujeres. Un caso viralizado
que, por lo menos ha servido para que, de una vez, el Gobierno se decida a
crear una división policial especializada en crímenes contra las mujeres.