Michael Thedford salió de casa como cada mañana para llevar a dos de sus hijos a la guardería, su bebé de seis meses en un principio iba a quedarse en casa porque tenía unas décimas de fiebre, pero al final este padre también se la llevó en el coche.

Al regresar a su casa Thedford decidió echarse una siesta y cuatro horas después se dio cuenta de que había dejado "olvidada" a su bebé en el coche, soportando altas temperaturas. Este hecho provocó la muerte de la pequeña. Michael Thedford comentó a Washington Post que encontró a su hija "dura" y "caliente como un ladrillo".

Preso del pánico decidió meter a su hija en la nevera "durante un período de tiempo indeterminado antes de llamar al 911", según ha relatado a Independent.