La policía lo tiene claro: Salman Abedi, el joven terrorista suicida del Manchester Arena no actuó solo. "Está muy claro que esto es una célula que estamos investigando", ha asegurado Ian Hopkins, jefe de policía de Manchester.

Ahora se persigue cada pista que pueda llevar a la célula de colaboración. Salman estuvo hace seis semanas en Libia con la intención de viajar hasta Arabia Saudí, según cuenta su padre. Este asegura, además, que su hijo es inocente.

Precisamente, en Trípoli han sido detenidos el padre, mientras concedía una entrevista, y el hermano pequeño del terrorista, por vínculos con ISIS. Mientras, en Mánchester tampoco hay descanso. Continúan las redadas en el centro de la ciudad, donde ha habido también una explosión controlada.

También han aumentado las detenciones a cuatro, entre ellas a un hombre que poseía un paquete sospechoso. Estas operaciones se suman a la efectuada horas atrás: otro de los hermanos de Salman. Las autoridades han confirmado que el terrorista estaba en sus listados de potenciales yihadistas, pero no tenía vigilancia especial al ser considerado una figura periférica.

En 2015 dio su primera muestra de afinidad a la yihad tras un sermón en la mezquita contra ISIS. La policía cree que el día anterior al atentado, Salman acudió al Manchester Arena para ensayarlo todo. En el registro de su casa, encontraron un manual de química básico, algo que no concuerda con la sofisticación de la bomba que explotó.

"Detrás del terrorista está ISIS en lo referente a la inspiración y a la dirección", ha afirmado el excomandante del Ejército y analista Pedro Baños en Al Rojo Vivo. La forma en la que ISIS ha reivindicado el atentado difiere de otras ocasiones.

No ha usado el canal habitual de la agencia Amaq sino un comunicado que proviene de la misma cúpula de su líder, Al Bagdadi.Promete que habrá más ataques y precipita el nivel máximo de alerta antiterrorista en Reino Unido, llevando al despliegue del ejército en sus calles.