Las francesas están llamadas a interrumpir sus trabajos a las 16.34 horas del lunes, hora a partir de la cual se calcula que, en condiciones de igualdad salarial, las mujeres estarían trabajando de manera "gratuita" hasta final de año.

La protesta por la discriminación salarial que sufren las mujeres, que cobran de media un 15,1% menos que los hombres, se hace a imagen de la que las islandesas hicieron el pasado 24 de octubre, cuando decenas de miles de ellas salieron a las calles para protestar porque cobra un 18% menos que sus pares masculinos.

La movilización ha sido convocada por el boletín feminista Les Glorieuses a través de las redes sociales, y ha sido posteriormente secundada por los principales sindicatos del país.

La ministra de los Derechos de la Mujer, Laurence Rossignol, se ha sumado también al apoyo de la protesta y ha asegurado que no se opondrá a que las mujeres que trabajen en su propio ministerio secunden el paro. "Cuando las mujeres se manifiestan y hacen visible lo invisible, cuando claman su indignación y suscitan una indignación colectiva aún mayor, yo las apoyo", señaló Rossignol.