La Policía turca ha lanzado una operación para detener a 341 personas, entre ellas 300 militares, acusadas por la Fiscalía de estar relacionadas con el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016. La Fiscalía de Estambul ha ordenado el arresto de 300 miembros del Ejército, de los cuales 211 son soldados en activo.

La Policía ya ha detenido a 150 de esos uniformados, informa la agencia Anadolu. Al mismo tiempo, la Fiscalía de Ankara ha pedido la detención de otros 41 sospechosos. Las autoridades relacionan a los sospechosos con la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos desde 1999.

Otras 189 personas fueron detenidas ayer en Turquía por vínculos golpistas. El Gobierno del partido islamista AKP, que en el pasado fue un estrecho aliado del predicador, acusa a la red de Gülen de haber organizado la asonada golpista, algo que el clérigo niega.

Desde la asonada, decenas de miles de funcionarios, militares y policías, así como empleados de otras instituciones estatales han sido detenidos o despedidos de sus puestos de trabajo por supuesta pertenencia a la red de Gülen. El Gobierno turco anunció el pasado enero que este año contrataría a 40.000 nuevos miembros de las Fuerzas Armadas.