Rodeado de agentes y asistentes, el director del FBI, James Comey, ha comparecido en el Congreso para responder, junto al director de la agencia de seguridad nacional, sobre la injerencia, de Rusia en las últimas elecciones.

Comey ha dicho que "se investiga la naturaleza de los vínculos entre la campaña de Trump y el gobierno ruso y si hubo coordinación entre ellos".

Una investigación que arranca en julio de 2016, justo cuando los comités nacionales de los demócratas y los republicanos hicieron oficiales a Hillary Clinton y Donald Trump como candidatos. Según el FBI, los objetivos del Kremlin eran muy claros: "Perjudicar a la democracia. Perjudicar a Clinton y favorecer a Trump".Sin embargo, desde Twitter, Trump hace una lectura diametralmente opuesta.

Además, en el Congreso, la Agencia de Seguridad Nacional y el FBI han negado que Obama ordenara espiar a Trump, como él mismo denunció en redes sociales: "El FBI y el departamento de Justicia no tienen información que respalde esos tuits".

Una afirmación a la que Trump ha contraatacado arremetiendo contra el jefe del FBI en Twiter. Exigiendo que se detenga la filtración de informaciones clasificadas.