La espera se hace interminable en el aeropuerto de Yasuj, se concentran aquí los familiares de las víctimas del accidente aéreo que ha conmocionado a Irán: "Estuve llamándoles por teléfono durante toda la mañana pero nadie me contestó. Luego telefoneé a mi hermano y fue él quien me dijo que el avión se había estrellado".

Pero las noticias llegan a cuentagotas. Las autoridades han confirmado que viajaban 65 personas y no 66. Uno de los pasajeros no llegó a coger el avión.

Todos habrían fallecido en el impacto, pero de momento sigue sin confirmarse. La poca visibilidad y el difícil acceso a la zona del accidente impide llegar a los servicios de emergencias.

El avión despegaba a las ocho de las mañana del aeropuerto de Teherán en dirección al suroeste del país. Al atravesar la cordillera de Zagros, cerca de la ciudad de Semirom, el aparato impactó contra una de estas montañas.

La compañía aérea culpa al mal tiempo, especialmente a la niebla. Aunque algunos medios iranís también critican la antigüedad de sus equipos. En este caso el avión llevaba 20 años en uso.

El Gobierno se ha comprometido a abrir una investigación y a continuar trabajando para acceder a la zona del siniestro.