El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha lapidado a un mujer acusada de haber cometido adulterio en una zona a noreste de Siria. Miembros de grupo lanzaron piedras contra la víctima hasta provocarle la muerte en el área de la "iglesia antigua" en la ciudad de Al Bukamal, situada en la provincia siria de Deir al Zur y fronteriza con Irak.

Los asesinatos de civiles por parte de los yihadistas se han vuelto frecuentes como medio de aterrorizar a la población y como instrumento de propaganda.

A su vez, cinco jóvenes de la localidad de Al Mayadín, también en Deir al Zur, perdieron la vida a manos del EI. Cuatro de ellos fallecieron por los disparos de los extremistas por supuestamente haber luchado contra la organización radical.

El quinto, acusado de "prácticas indecentes con un hombre", fue arrojado desde lo alto de un edificio, que es como el grupo asesina a los homosexuales o a quienes dice que lo son.

Tras la proclamación de un califato en este país y en Irak hace casi un año, estos radicales han asesinado a 464 personas en sus dominios en Siria solo en este último mes.