Los primeros abrazos y las primeras risas han sido para su familia, para sus hijos. "Montaron un jolgorio que no dejaban oír nada. La gritería y la excitación era inmensa", destaca en una entrevista telefónica Leopoldo López Gil, padre de Leopoldo López. Porque no se esperaban verlo aparecer por la puerta. "No se podían creer que su padre estaba en la casa. Decían, '¡Papi está en casa, papi está en casa!'", recuerda.

Con ellos, se hizo la primera foto fuera de la cárcel y, con ellos,ha jugado y ha dormido aunque, según nos ha contado su padre, a Leopoldo le ha costado conciliar el sueño, tenía que ponerse al día de tres años. El líder opositor también ha estado reunido con el vicepresidente de la Asamblea, que fue el encargado de hablar por boca de López para anunciar que no claudicará y seguirá con la lucha.

"A 100 días de la resistencia volvemos a la calle a luchar por el cambio de Venezuela", explicó Freddy Guevara. Un compromiso inquebrantable aunque sea a costa de volver a la cárcel. "Si mantener mi convicción de lucha por la libertad significa volver a una celda en Ramo Verde, estoy más que dispuesto a asumirlo", dice Guevara.

También está abierto a dialogar con el gobierno de Maduro, al que dice que no le guarda rencor pero tampoco le debe nada. "No es una cuestión ahora de darle las gracias, porque quieren hacer ver que es un ablandamiento del corazón y una cuestión humanitaria. No señor", detalla Leopoldo López Gil.

El arresto domiciliario, aseguran, no es libertad, aunque sí esperan que signifique un cambio de rumbo en el país. "Veníamos de una tempestad y, ahora, tal vez estemos saliendo y encontrando aguas más calmas y encontremos un puerto sano", explica Leopoldo López Gil. El puerto, dicen, de unas elecciones transparentes en Venezuela y de la reconciliación del país.