El embarazo de una niña de 11 años tras ser supuestamente violada por su padrastro, de 41 años, ha reabierto el debate sobre el aborto en Chile. El Senado debate ahora un proyecto de Ley que despenalice esta práctica en tres casos específicos: peligro de vida para la madre, malformación fetal y violación.

La menor, residente en una región del sur del país, está en el quinto mes de gestación y ha denunciado a su padrastro después de que sus profesores del colegio le instasen a denunciar los hechos a las autoridades. La niña había sido amenazada por la pareja de la madre para que no contase lo que había pasado. Tras confirmarse el embarazo de la menor, la Fiscalía de Villarrica ordenó la captura del hombre.

A pesar de que el hombre ha sido arrestado, la menor no podrá abortar debido a que la ley se lo impide. El Código Penal lo tipifica como delito desde 1989. También lo tipifican así las legislaciones de El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y SUrinam. Fuera de Hispanoamérica, Andorra, El Vaticano y Malta también lo prohíben.

Recientemente, una niña de 13 años llamada Citlati y residente en el Estado de Sonora, en México, tampoco pudo abortar a pesar de haber sido violada por un conocido de su familia. La menor estaba entonces embarazada de 13 semanas. El juez decidió que se trataba de un delito de estrupo: el hombre mantuvo relaciones sexuales consentidas a través del engaño a la menor. Sin embargo, no podía considerarse violación y, en consecuencia, la niña no podría abortar.