El arranque del recuento, con Trump ganando seguidos varios estados frente a una Hillary estancada, marcó el tono de la noche. Los reveses estaban en el guión, y en el cuartel demócrata aún había esperanza y hasta baile hasta que a medida que avanzaba el recuento, las caras cambiaban: con los nervios a flor de piel y sin dar crédito a los datos.

Pasadas las 23.00 horas, un momento decisivo: Donald Trump se apuntaba una victoria clave en Florida, provocando que en Miami corriera el champán y la euforia mientras que entre los seguidores de Hillary empezaban a correr las lágrimas.

Un mazazo llegaba a eso de las 2.00 horas de la madrugada con Winsconsin. Trump rompía la "pared azul": una franja de estados tradicionalmente demócratas.

Poco después, el número dos de Trump anunciaba la victoria final. "Los estadounidenses han elegido a su nuevo campeón", declaraba Mike Pence, vicepresidente electo de los EEUU.

Una noche electoral que ha dado la vuelta a las tornas y los ánimos-con los que acabó la campaña.