La enorme crecida del Sena ha provocado una movilización histórica: miles de obras de los sótanos de los museos del Louvre y de Orsay están siendo trasladas por la crecida imparable del Sena. Se espera que el nivel del agua supere los seis metros y que acabe inundando la plaza de la pirámide del museo parisino.

El 70% de los depósitos del museo se encuentran en zona inundable y el plan consiste en trasladar las obras a los pisos más altos y a un depósito cercano. Las estatuas más pesadas del museo que no se puedan mover, serán protegidas con plásticos.

Muchas calles de la capital francesa están cortadas y el Louvre ha cerrado por miedo a que las inundaciones destruyan parte de su patrimonio. El Louvre recibió nueve millones de visitas en 2015 y el Orsay más de tres millones. "Es bueno que se estén evacuando las pinturas pero da pena no poder visitar el museo", lamenta una turista.

Ante esta situación, los 500 empleados del museo trabajan a contrarreloj. Si el temporal no remite, tienen 72 horas para poner a salvo más de 250.000 obras de arte. El plan consiste en desalojar las zonas bajas.

El museo de Orsay también ha cerrado para evitar que joyas de Renoir, Gaugin y Van Gogh desaparezcan. "El agua amenaza la seguridad de las colecciones", explica Oliver, una trabajadora del Museo de Orsay. Se trata de una evacuación histórica. La primera desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se vació el museo por miedo al expolio nazi.

París vive está viviendo una situación excepcional: a la alerta naranja por temporal hay que sumar la huelga de trenes, autobuses y controladores aéreos contra la reforma laboral. Fuera de la capital, la situación tampoco mejora. Algunos castillos del Loira también están en peligro con 25.000 personas sin electricidad, 20.000 evacuados y un fallecido.

En Alemania, que sufre el mismo temporal, la situación es más grave con al menos 11 personas muertas y dos desaparecidos a causa de las inundaciones.