Cinco coches blindados cruzaban la Plaza de la Armería y Felipe VI recibía con honores a Barack Obama, los dos se giran durante unos segundos hacia la Catedral de la Almudena, donde el rey se casó. Es la primera visita a España de un presidente estadounidense en 15 años, fugaz, eso sí, pero intensa, que se ha mantenido pese a los atentados en Dallas.

"Muchas Gracias" han sido las únicas palabras en español del presidente. En un discurso, sin guión, centrado en la buena relación de ambos países: "Es muy importante para nosotros tener una relación tan fuerte con el Gobierno español" ha dicho Obama.

El rey, que le ha regalado un ejemplar de El Quijote en inglés, se ha referido a Estados Unidos como un país amigo: "Tenemos la voluntad firme y el pleno compromiso de mantener siempre la más estrecha colaboración con EEUU".

Sintonía que también se percibía entre los dos jefes de Estado, cuando Obama ha recordado su visita a España como mochilero en los años 80. Obama, dice, volverá, pero como expresidente de los Estados Unidos: "Michelle y mis hijas aman a España y a la gente española". Obama se reunirá y con los líderes de la oposición Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, ya con un pie en el avión, desde la base aérea de Torrejón de Ardoz.