El Jefe del Estado turco, Recep Tayyip Erdogan se siente molesto con el hecho de que Estados Unidos acoja al predicador Fetullah Gülen, al que consideran instigador del intento de golpe y ha respondido cerrando la base militar en Adana, desde la que EEUU bombardeaba posiciones de Daesh.

Por su parte, la Casa Blanca ha asegurado esta misma tarde que mantendrá la cooperación y, al igual que toda comunidad internacional, ha respaldado la democracia turca.