Rodeado de banderas de Francia y con la simbólica Torre Eiffel de fondo, François Fillon reconoce su equivocación: "Cometí el primer error, pedir a mi mujer que trabajara para mí porque ella conocía el terreno. No debería haberlo hecho".

El candidato republicano a las presidenciales francesas ha querido hacer una demostración de fuerza en París y ha lanzado varios mensajes a sus detractores: "Ellos piensan que estoy solo. Ellos quieren que esté solo".

Así ha querido demostrar que no está solo en una semana en la que más de 60 miembros de su equipo de campaña han dimitido. Una traición, según Fillón. Por eso les pide un examen de conciencia: "Os corresponde ahora hacer vuestro examen de conciencia".

Ha dicho que seguirá con su carrera al Elíseo y ha cargado contra su partido en varias ocasiones: "¿Dejaréis que los intereses de camarillas y de carrera y las maniobras pasen por encima de la grandeza y la coherencia de un proyecto adoptado por millones de personas?".

Precisamente los Republicanos han convocado una reunión política de urgencia para buscar una salida a la situación de Fillon.

Ha sido su mujer la que ha salido en defensa del candidato, ahora en la cuerda floja. Ha asegurado que los trabajos eran variados. Según algunos medios habría cobrado 900.000 euros por un trabajo ficticio.

Pero para Fillon, lo importante es el apoyo popular, pero parece no contar con él. Según la encuesta de un medio galo, el 71% de los fraceses quieren que abandone su candidatura. Además, según otro sondeo, de cara a las primarias, Fillon solo conseguiría un 19% de los apoyos, por detrás de Emmanuel Macron, con un 24% y Marine Le Pen, con un 26% de los votos.

Durante el acto de Fillón, cerca de la Torre Eiffel, un grupo de personas ha protestado en una calerolada contra él y la corrupción.