El avión de pasajeros AN-148 que se estrelló en las afueras de Moscú con 71 personas a bordo se incendió y explotó sólo tras chocar con la tierra.

"Se ha determinado que en el momento de precipitarse al suelo el avión estaba entero, sin incendiarse. La explosión se produjo después de la caída", dijo a los periodistas Svetlana Petrenko, portavoz del Comité de Instrucción de Rusia, la autoridad judicial que investiga la tragedia.

Por lo demás, las autoridades no han adelantado ninguna hipótesis sobre las posible causas del siniestro y han señalado que están abiertas todas las líneas de investigación.

Aunque la nieve, las condiciones del terreno y la gran dispersión de los fragmentos del aparato y de las víctimas mortales dificultan las labores de búsqueda -que se podrían prolongar durante al menos una semana-, los servicios de rescate ya han localizado las dos cajas negras del AN-148.

"Han sido encontrados los dos registradores de vuelo. Por tanto, la investigación ya se encuentra en plena marcha", dijo el viceprimer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvich, quién agregó que "es muy pronto para hablar de las causas" del siniestro.