En una entrevista ofrecida a 'The independent' desde la cárcel, la joven asegura que "cuando era pequeña, soñaba con ser piloto de guerra". Sin embargo, los proyectos de Noa Gur Golan ha cambiado a lo largo de los años y ahora piensa que los conflictos militares no son la solución.

"No creo en la construcción de muros, sino en la construcción de puentes", asegura Noa. El proceso de reclutamiento militar en su país comenzó cuando ella tenía 17 años, pero ella, para sorpresa de su propia familia, se negó.

La joven cuenta que en su país es muy inusual que alguien se niegue a hacer el servicio militar por motivos que no sean religiosos. Sólo el 20% de la población árabe está exenta de realizar la mili, así que el 75% de los jóvenes israelís están obligados a ser reclutados.

Las chicas tienen que cumplir dos años y los chicos ocho meses más. Sin embargo, Noa se negó a servir porque dice que de esta forma los jóvenes "crecen en una realidad donde la violencia es la norma. Una atmósfera llena de odio y miedo".

"He tenido el privilegio de reunirme con amigos de los Territorios Palestinos, Jordania y otros países. He llegado a conocer a la gente, sus historias personales y no las percepciones sobre las que nos criamos ", cuenta la joven.

Noa no sabe cuánto tiempo pasará en la cárcel. Lleva encarcelada desde el 12 de julio de 2017 y sólo puede ver a su familia cada 15 días. A través de ellos se encarga de contar su situación para que los medios de comunicación se puedan hacer eco.