"Boeing está
construyendo un nuevo Air Force One 747 para futuros presidentes, pero los
costes están fuera de control (...). ¡Cancelen el pedido!", ha escrito
Trump en su cuenta oficial de Twitter.
En declaraciones
posteriores a los periodistas, ha insistido en que se trata de un gasto
"ridículo". La Fuerza Aérea de Estados Unidos anunció en enero de
2015 la compra de un Boeing 747-8 para reemplazar dos aeronaves que sirven en
la actualidad para transportar al presidente de Estados Unidos. Los documentos
presupuestarios cifran el coste de esta sustitución en 2.870 millones de dólares.
Trump no ha aclarado el
origen de los datos divulgados en su tuit, mientras que su equipo de transición
se ha limitado a afirmar que los comentarios del magnate reflejan su voluntad
de recortar gastos superfluos para ahorrar.
El mensaje del
presidente electo ha bastado para que las acciones de Boeing en Bolsa hayan
comenzado a caer, mientras que la firma ha salido al paso asegurando que por el
momento sólo ha firmado un contrato de 170 millones de dólares para determinar
las capacidades de un nuevo avión presidencial.
"Confiamos en poder
trabajar con la Fuerza Aérea en próximas fases del programa para poder entregar
el mejor avión para el presidente, con el mejor precio para el contribuyente
estadounidense", ha asegurado un portavoz, Todd Blecher.
La Casa Blanca, por su
parte, también ha cuestionado la cifra dada por Trump en su mensaje. El
portavoz presidencial, Josh Earnest, ha afirmado en rueda de prensa que
"algunas de las estadísticas que se han citado no parecen reflejar la
naturaleza dek acuerdo financiero entre Boeing y el Departamento de
Defensa".