La Policía de Estados Unidos ha utilizado gas lacrimógeno y granadas de humo para sofocar las protestas, que han tenido lugar en la localidad de Phoenix, Arizona, tras un mitin del presidente estadounidense, Donald Trump. Varios manifestantes han lanzado botellas contra los agentes.

Trump, que se ha dirigido a miles de seguidores, ha defendido su reacción tras los disturbios que tuvieron lugar en la localidad de Charlottesville, en el estado de Virginia, a pesar de las críticas recibidas por no condenar abiertamente la violencia de grupos neonazis y supremacistas blancos en el marco de unas protestas que se saldaron con tres muertos.

Asimismo, ha aprovechado la ocasión para condenar la actitud de los medios de comunicación que "han ofrecido una plataforma a los grupos que instan al odio". El mandatario ha asegurado que la cadena de televisión CNN "apesta" y ha reiterado que Fox es la única que habla de él de forma subjetiva.

Además, ha señalado que podría perdonar al controvertido sheriff Joe Arpaio, conocido por su dura postura contra la inmigración en el condado de Maricopa, Arizona. "¿Fue condenado el sheriff Joe por hacer su trabajo? No voy a hacerlo hoy porque generaría controversia", ha asegurado Trump.