El candidato republicano a la Presidencia de EEUU, Donald trump, se vende como la clave contra la inmigración en el país, pero él mismo desciende de Alemania y Escocia y está casado con una mujer eslovena. Tampoco representa los valores de su partido, pero sabe que no perderá votos, haga lo que haga.

Cuarto de cinco hermanos de una familia de Queens, Donald Trump tuvo que ingresar en una academia militar para mejorar su comportamiento. Tras graduarse, estudió empresariales y heredó el imperio de su padre. Desde entonces, expandió esta empresa hasta convertirla en una marca capaz de vender de todo, incluso a su propietario como candidato.

"Donald Trump es una invención de Donald Trump", explica Pedro Rodríguez, profesor de Relaciones Internacionales de ICADE. "Es una marca sin trasfondo realmente que refleja el concepto de fama en el siglo XXI", añade.

Trump ha convertido las primarias en un reality, "un juego que domina", pues, durante años protagonizó el programa 'The Apprentice', 'El aprendiz'. "¿Quién gana los realities? El más estridente, el más friki, el que apela a los instintos más bajos de la audiencia", añade el experto. "Puedo ponerme en la quinta avenida y matar a gente y no perdería ningún voto", aseguraba el candidato en un mitin. Y probablemente acertara, pues es el representante de lo políticamente incorrecto.

Respecto a cómo la actitud de Trump puede influir en el resultado electoral, poco se puede decir. "No es un candidato con una línea política clara. Se le ocurren cosas y las suelta", explica Julio Cañero, del Instituto Franklin-UAH. "De trump me espero cualquier cosa", añade.