La escuela Al Hijrah de Birmingham, de fe islámica, ha sido condenada por segregar a chicos y chicas en las aulas, en los descansos entre clases y en los pasillos, una resolución que podría afectar a otras 20 instituciones educativas similares en el país.

La jefa inspectora de educación de Ofsted, Amanda Spielman, ha manifestado que es responsabilidad de su organización asegurar que los niños estén preparados para el futuro y ha afirmado que es discriminatorio separarlos por razón de género, por lo que celebra la sentencia.

"Han provocado que niños y niñas estén en desventaja más allá de las clases y del espacio de trabajo, han fallado en su preparación para la vida moderna de Reino Unido. Las instituciones educativas nunca deberían tratar a sus alumnos con menor consideración por su género o por otras razones", ha señalado Spielman.

El colegio, que cuenta con alrededor de 770 estudiantes entre cuatro y 16 años, considera obligatorio dividir a los niños por sexo a partir de los nueve años, a causa de su creencia religiosa. La inspectora ha indicado que la resolución tiene mucha importancia en el fomento de la igualdad de género y ha asegurado que tendrá en cuenta cómo impactará en las inspecciones que se llevan a cabo en otras escuelas.

El portavoz de las autoridades locales de Birmingam, Colin Diamond, ha denunciado que el Ministerio de Educación de Reino Unido nunca ha publicado ninguna línea a seguir respecto a la segregación en base al género y que las cinco inspecciones previas al colegio Al Hijrah no tuvieron en cuenta esta cuestión.

"Si la separación por género en las escuelas, considerada una discriminación contra los alumnos, se trata de una política nacional, las autoridades y las propias instituciones educativas deberían decirlo con claridad", ha defendido Diamond.

La institución, construida sobre una mezquita en 1988, recibe mil solicitudes al año para cubrir 60 plazas, por lo que se trata de uno de los colegios con mayor exceso de matrículas en Reino Unido.