Las pérdidas económicas se derivan de los 33.000 fallecidos por abuso de analgésicos opiáceos y las 2,4 millones de personas con adicción a esos medicamentos en 2015, según el informe.

La investigación calcula los costes económicos en función de los costes del tratamiento médico, los gastos en juicios y cárceles, así como la pérdida de productividad debido a la muerte de miles de personas, su encarcelamiento o su ingreso en centros de rehabilitación.

Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, 64.000 personas murieron el año pasado por sobredosis de opiáceos en EEUU, lo que supone el fallecimiento de 175 estadounidenses al día y siete víctimas mortales cada hora.

En los últimos seis años, las muertes por sobredosis se han convertido en la causa más común de muerte por lesiones en EEUU, por encima de los accidentes de tráfico o las armas.

El informe del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca refleja un incremento en los costes económicos respecto a estudios anteriores, porque los asesores han cambiado la metodología para reflejar las pérdidas económicas que EEUU sufre por las muertes por opiáceos.

"La crisis ha empeorado, especialmente en términos de muertes por sobredosis que se han duplicado en los últimos diez años", destaca el texto.

En octubre, el presidente de EEUU, Donald Trump, declaró "emergencia de salud pública" el abuso de analgésicos, lo que permite destinar fondos ya existentes a nivel estatal y federal a la lucha contra la adicción.

Sin embargo, Trump no destinó nuevos fondos a este problema, como había prometido anteriormente, lo que provocó críticas de la oposición demócrata, que consideró su acción como un "gesto vacío".