Flanqueado por su mujer y conteniendo la emoción, el primer ministro
ha anunciado que se irá en octubre. Durante la campaña, Cameron dijo que se
quedaría si ganaba el 'Brexit' y que llevaría las riendas de las negociaciones
con Bruselas, pero la presión ha podido con él.
Quienes salen reforzados de esta polémica consulta son el
líder del partido antieuropeo UKIP y el exalcalde de Londres, Boris Johnson.
Ambos defendieron a ultranza la salida del Reino Unido y han ganado la batalla.
Cameron ganó las elecciones de 2015 por mayoría absoluta con la promesa de sacar las urnas a la calle. La presión del ala euroescéptica de su partido y el avance de los independentistas no le dejaron otra alternativa.
El primer ministro acabó convocando el plebiscito el pasado mes de febrero sin
mostrar demasiado entusiasmo por el proyecto comunitario.
Durante la campaña, Cameron ha intentado que calara el miedo
al 'Brexit' por las consecuencias económicas que podría tener para el Reino
Unido, pero la fórmula no le ha funcionado. Su partida a la ruleta rusa ha
acabado con su carrera política.