El núcleo duro y fundacional de la UE, empieza a apretar el paso y las tuercas del 'Brexit'. Frank-Walter Steinmeier, ministro alemán de Exteriores, dice que "ahora tenemos que pensar en Europa y su futuro. Para eso, las negociaciones tienen que empezar rápidamente".

Cuanto antes se consume el divorcio, mejor. Sobre todo, porque como advertía el presidente de la Comisión Europea, "no va a ser amistoso". Lo que se negoció antes de romper ya no vale, avisan, sólo queda marcar el camino de salida.

Bert Koenders, ministro neerlandés de Exteriores, asegura que "necesitamos pasar página y no queremos un vacío". Quien sí ha decidido irse ya, consciente de lo que importará el dinero en este divorcio, es el representante británico del ramo en Bruselas.

Jean-Marc Ayrault, ministro francés de Exteriores, afirma que "respetamos el voto de los británicos, pero también pedimos respeto para la UE y que el artículo 50 se aplique enseguida".

El problema es que no puede hacerse unilateralmente, como explica Jean Asselborn, ministro luxemburgués de Exteriores, que dice que "tienen que ser los británicos quienes lo soliciten. Espero que no nos hagan estar jugando al ratón y el gato".

Así las cosas, esta vez ha sido la "Dama de Hierro europea" quien ha salido a calmar los ánimos. Angela Merkel, canciller alemana, asegura que "estamos tristes, pero no es razón para ponernos agresivos ni ser irracionales". No hay que demorarse pero tampoco tomar decisiones apresuradas, ha dicho la canciller.