Uber vuelve a funcionar en Madrid, pero con nombre y sistema renovado. "Los conductores son profesionales, o trabajan de autónomos o para una empresa", asegura el portavoz de UberX en España, Yuri Fernández.

La plataforma fue suspendida en España en 2014 por competencia deselal con los taxis. Por aquel entonces, cualquier conductor con coche particular era un colaborador potencial de Uber; ahora tienen que ser profesionales. Víctor es uno de ellos. "No es lo mismo que coger a gente de la calle que no conoces de nada, hay más seguridad", explica.

El reclamo: el precio. Los trayectos con Uber cuestan entre un 30% y un 40% menos que los realizados en taxi. El sector, que estuvo en pie de guerra hasta que la plataforma dejó de operar en nuestro país, reconoce que tal y como está planteado ahora, el servicio es legal.

"Si entran con la legalidad vigente, por nosotros no hay ningún problema", asevera Miguel Ángel Leal, presidente de Fedetaxi.Pero ellos ya notan la competencia de compañías similares. "Para hacer lo que hacía antes en 12 horas invierto ahora 14 ó 15", se queja un taxista.

Desde el Gobierno advierten que seguirán de cerca los movimientos de Uber. "Quien quiera operar en el mercado tiene que cumplir con los requerimientos jurídicos", ha señalado la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor. Son pocos los países en los que la plataforma ha podido continuar con su planteamiento orginal. En el resto, la compañía seguirá el modelo que ahora implanta en Madrid.