Siete de cada diez trabajadores menores de 25 años están sobrecualificado, es decir, que su formación es superior a la requerida para el puesto que desempeña, un fenómeno que tiene lugar, sobre todo, en la hostelería y el comercio.

Por contra, el 9,5% de los jóvenes está infracualificado (su formación es inferior a la requerida para el empleo) y el 22,5% está cualificado (la formación del trabajador se ajusta a su ocupación), según un estudio presentado este miércoles por el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, en rueda de prensa.

Para Cruañas, es un dato "muy serio" que casi siete de cada diez ocupados menores de 25 años esté desempeñando puestos de trabajo inferiores a la formación recibida. "Tenemos a la generación de jóvenes más preparados de la historia y el mercado laboral no puede desperdiciar este valioso recurso que estamos dejando escapar, como explican la fuga de talento y el efecto desánimo reflejados en la última Encuesta de Población Activa", ha advertido el presidente de Asempleo.

Además de a los jóvenes, la sobrecualificación afecta también en mayor medida a los mayores de 55 años y se concentra más en las mujeres y en el sector servicios, seguido de la industria manufacturera y el transporte. Según Asempleo, el número de trabajadores sobrecualificados se ha disparado más de un 12% entre 2013 y 2016, pasando de 8.764.862 a 9.856.090 personas a cierre del año pasado, lo que en términos absolutos equivale a un incremento de casi 1,1 millones de personas.

En total, la sobrecualificación afecta al 53,3% del total de los ocupados y, según Asempleo, es más común entre quienes estudian o han estudiado ingeniería, arquitectura o Derecho, entre otras carreras.

Mientras la sobrecualificación ha aumentado en los últimos tres años a una tasa de dos dígitos, la cualificación sólo lo ha hecho un 5% y representa el 43,2% del total de la ocupación. En sentido contrario, la infracualificación se ha reducido más de un 13% desde 2013 y supone únicamente el 3,6% del conjunto del empleo.

Cruañas ha explicado que en el inicio de la recuperación todo el empleo que se creó fue sobrecualificado, mientras que durante la etapa de consolidación se empezó a generar un empleo más ajustado a la formación de los nuevos ocupados, es decir, empleo cualificado. Sin embargo, en los seis últimos meses la tendencia se ha revertido y ha vuelto a aumentar la sobrecualificación en los puestos creados.