Las cajas de ahorros están siendo investigadas por la mala praxis de algunos de sus directivos pese a la débil situación financiera de éstas, la mayoría por jubilaciones millonarias. Los primeros en entrar en la cárcel por esta práctica son, hasta la fecha, los exdirectivos de Novacaixagalicia. Cumplen condena por el cobro de planes de pensiones desorbitados, casi 19 millones en total.

Los que no llegaron a pisar prisión fueron los dirigentes de Caixa Penedès, condenados también por el saqueo de esta caja catalana. Fue la primera sentencia en España contra la cúpula de una caja de ahorros pero devolvieron el dinero, más de 28 millones, y se libraron de las rejas.

Los que también inflaron su jubilación fueron los dirigentes de Caja Segovia. A través de un supuesto plan de prejubilaciones habrían cobrado 17 millones de euros. Ahora seis de sus exdirectivos están llamados a declarar por administración desleal y apropiación indebida.

Pero los responsables de las cajas no solo anticipan su jubilación, también se suben el sueldo. Ocurrió en Caja Madrid entre 2008 y 2010 cuando su presidente, Miguel Blesa habría aumentado sin el permiso competente, su retribución y la de otros nueve exdirectivos. Según el FROB, los daños para la entidad habrían sido de casi 15 millones de euros.

El último caso desfalco conocido: el de la antigua Caja Inmaculada donde se cerraban operaciones inmobiliarias de manera "opaca y personalista", según la sentencia. La Audiencia de Zaragoza ha condenado a cuatro años de cárcel y al pago de una multa a dos de sus exdirectivos.