A Cristóbal la crisis le
supuso cambiar el soplete por el camión de reparto: "Yo antes era soldador,
ganaba casi 3.000 euros y ahora no encuentro nada, estoy en esto que no gano ni
1.000 euros".
Marcos también ha visto
disminuir su salario, cuando le despidieron decidió hacerse autónomo. Ellos son el ejemplo de
cómo ha aumentado la brecha salarial entre nuestro país y la eurozona desde que
estalló la crisis. En 2008 los españoles cobraban un 32% menos que los
europeos, ahora la diferencia es del 39%.
"Con el paro no se
absorbe el mismo trabajo que en el resto de Europa", explica Oscar Rodi,
profesor de economía. El ajuste más llamativo se produce desde 2012, mientras en
la eurozona los salarios van subiendo progresivamente hasta alcanzar los 22
euros por hora trabajada, en España se estancan y se quedan en los 15,8.
En estos tres años los
trabajadores de la eurozona cobran un euro más. Para nosotros la subida es de
diez céntimos. Empresarios como José Antonio, aseguran que la situación también
es difícil para ellos. "Ojalá se pudieran aumentar los sueldos", explica.
Los sindicatos atribuyen
los bajos sueldos a la reforma laboral. "Era el objetivo que se buscaba, devaluar
el precio del factor trabajo", explica Ignacio Fernández Toxo. Que ese sea el
único elemento para ser más competitivos dicen, tiene un efecto perverso para
los trabajadores.