Jorge es promotor inmobiliario, se ha visto obligado a retrasar cuatro meses la rehabilitación de una vivienda por falta de mano de obra cualificada y le ha afectado a los costes de construcción. "A nosotros nos encarece el coste de construcción y nosotros tenemos que repercutirlo en el precio del coste de la vivienda", explica Jorge.

Son pocos obreros y cobran más, desaparecieron con la crisis, muchos se vieron obligados a reciclarse, algunos se jubilaron y otros, extranjeros que se quedaron en paro, regresaron a sus países de origen. Se necesitaría un 35% más de mano de obra cualificada para cubrir la demanda actual: "Estamos hablando en torno a dos millones de personas que trabajaban en 2007 y en la actualidad son un millón", revela Javier Cuervo, director de la Asociación de Promotores.

Los que han aguantado el tirón, como Aitor, no paran de trabajar: "En el último año a los operadores de grúa nos están subiendo el sueldo entre un 10 y un 15%. Se va notando la mejora salarial".

Faltan yeseros, ferrallistas o encofradores: "En algún sector escasea bastante como puede ser en el mundo del solador o alicatador, que sí que hemos notado allí escasez y se nota también en la influencia de los precios", explica Patricia del Moral, jefa de obra. El comprador es el último en sufrir las consecuencias de este desajuste, en el último año el precio de la vivienda nueva ha subido un 5%.