Desde el Consistorio ripense han explicado que ya comenzaron a comprar su propia energía en diciembre. Su objetivo es ahorrar costes en la factura eléctrica y disminuir el impacto medioambiental.

Participando directamente en las subastas de electricidad, el Gobierno municipal espera también tener mayor control de lo que se gasta y por tanto una mayor planificación y autonomía respecto a las decisiones de las compañías eléctricas que aseguran que son las que deciden cómo fluctúa el precio de la luz.

Para poder adquirir su propia energía, el Ayuntamiento se ha convertido en un operador autorizado para poder abastecer a las infraestructuras municipales de una forma independiente.

De este modo, Rivas se ha convertido en la primera ciudad de la región, y la tercera de España, en operar como consumidor directo en el mercado de la energía.

Con el nuevo sistema, una empresa especializada es la encargada participar en la subasta y comprar la energía directamente en nombre del Ayuntamiento, lo que supone, según las estimaciones del Gobierno municipal, un ahorro del 20%.