A Montoro, las acusaciones se las devuelven con creces: "Aparece mintiendo descaradamente como un caradura y lo tengo que decir claramente" asegura Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria.

El ministro en funciones culpó a las comunidades de la desviación del déficit y amenazó pero hasta la que más se pasó gastando también pasa de la advertencia: "El proyecto de presupuesto responderá a las necesidades que tiene Cataluña y que son fundamentalmente de orden social en este momento. Y no nos desviaremos de este compromiso" Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat.

La rebelión llega incluso de las comunidades gobernadas por el PP: "No admito que Montoro nos eche la culpa a las comunidades autónomas" dice Pilar Del Olmo, consejera de Hacienda de Castilla y León.

Acusan al Gobierno de egoísta porque, dicen, se reservó la mayor parte del gasto: "Si se hubiera hecho otro reparto hubiéramos cumplido. El reparto justo era 1,4, nos hemos quedado en el 1,33 pues hubiéramos cumplido" dice Del Olmo. La exigencia de Montoro era del 0.7 y con esta escuálida cifra, aseguran no se puede pagar Sanidad, Educación o Servicios Sociales.

Así que la eterna petición es que se revise el modelo de financiación, asignatura pendiente desde el año pasado. De momento, lo que ya nos ha anotado Europa es que, una vez más, nos hemos vuelto a pasar.