La cifra total de desempleados alcanzó los 202 millones en 2013, lo que representa una tasa del 6% a nivel mundial, según los datos recogidos en el informe sobre las perspectivas del empleo presentado por el organismo técnico de Naciones Unidas. Desde 2008, el déficit mundial de empleo en relación a la crisis financiera que estalló ese año ha ascendido a 62 millones de puestos, que incluyen a 32 millones de personas en búsqueda de trabajo.

Además, 23 millones de trabajadores abandonaron el mercado laboral llevados "por el desánimo y por llevar mucho tiempo desempleados", mientras que otros 7 millones de personas económicamente inactivas optaron por no entrar en él. En el curso de su análisis, los especialistas de la OIT constaron que varios sectores de la economía están generando ganancias, pero que éstas se invierten principalmente en los mercados de activos y no en la economía real, lo que explica las perspectivas negativas del empleo a largo plazo.

"Necesitamos un replanteamiento de las políticas, intensificar los esfuerzos para acelerar la generación de empleos y apoyar a las empresas para crearlos", declaró en la presentación del informe el director general de la OIT, Guy Ryder. "Si la tendencia actual se mantiene, el desempleo mundial puede seguir empeorando", aunque esto ocurriría de forma gradual, advierte además la OIT en su análisis.

Así, de 202 millones de desempleados hoy, las proyecciones apuntan a 215 millones dentro de cuatro años, ya que en ese periodo la economía mundial sólo estaría en capacidad de crear 40 millones de puestos de trabajo anuales, mientras que 42,6 millones de personas entrarán en el mercado laboral.

Los jóvenes siguen siendo los principales afectados por esta recuperación débil y desigual: 74,5 millones de personas entre 15 y 24 años estuvieron desempleadas el año pasado, casi un millón más que en 2012. La tasa de desempleo en esta categoría de edad se sitúa entonces en 13,1 %, tres veces más que entre los adultos.