Rabobank se declaró culpable de los delitos de "conspiración para defraudar a los Estados Unidos" y "obstrucción corrupta de una inspección a una institución financiera", según informó el Departamento de Justicia de EEUU en un comunicado.

El banco holandés admitió que su "deficiente programa" contra el lavado de activos "permitió que se depositaran cientos de millones de dólares en efectivo imposible de rastrear, con origen en México y otros sitios" en sucursales rurales de Rabobank en el condado californiano de Imperial, fronterizo con México.

Estos depósitos luego se transferían a través de "transferencias bancarias, cheques o transacciones en efectivo, sin la debida notificación requerida por ley a las autoridades reguladoras".