La crisis dejó en su día fuera del mercado laboral a los jóvenes y aquello acabó derivando en las protestas del 15M. La recuperación de esa crisis está dejando atrás a los jubilados, que ven cómo su futuro es unas pensiones empobrecidas; podríamos estar ante un nuevo 15M.

Miles de jubilados han salido a las calles de las principales ciudades para reclamar que las pensiones no pierdan poder adquisitivo. Han llegado, incluso a cortar el tráfico frente al Congreso de los Diputados.

En Bilbao, más de 35.000 pensionistas, según el Ayuntamiento han protestado al grito de "¡con tanta corrupción, no hay pensión!". En Valencia se ha podido escuchar "¡manos arriba, esto es un atraco!". En Barcelona: "¡El pueblo unido jamás será vencido!".

Protestas de pensionistas en más de 80 puntos de toda España como Madrid, donde se ha oído "¡no somos terroristas, somos pensionistas!". En esta ciudad, han roto el cerco policial y han quitado las vallas para protestar en las mismas escalinatas del Congreso contra la subida del 0,25%. Han roto la carta donde se les informaba. "Me han subido un euro con unos centimitos, vale más la carta", asegura una mujer.

En Sevilla, los pensionistas también han gritado "¡esto (la pensión) es una mierda!". Allí han tirado el 0,25% al retrete. Un jubilado lamenta que "es imposible vivir con ese dinero".

Una pérdida de poder adquisitivo que también ha sacado a la calle a los pensionsitas de Oviedo, y avisan. José Ramón Landaluce, de la Asociación de Jubilados de Bizkaia, ha dicho en ARV que "se da una idea de la fuerza de los pensionistas" y ha añadido: "Que nos escuchen con cuidadín".

En Pontevdra comparten también la idea: si el Gobierno no cambia, volverán a la calle.